Por: María José Zambrano Acosta
Después de realizar este pequeño viaje por el cine colombiano y comprendiendo que es eso: una corta aproximación a las producciones del país, cuadro familiar es la mezcla de toda la identidad de diversidad que tiene el Colombia; resumida en los personajes más maravillosos que puede poseer la familia.
Nuestras películas- las que vimos, escribimos y disfrutamos- son producto de un "cine digestivo", en tanto son narraciones de finales felices, clásicas y con historias cronológicamente estructuradas y que precisamente generan esa magia de la identificación con lo nuestro, de construcción de personajes que nos recuerdan al abuelo, al tío, al jefe, que dan vida a madres, padres, hijos y amigos. Los cuales más allá de la sangre como vinculo familiar, se convierten en pilares fundamentales para la vida de cualquier persona.
Es totalmente verídico que el cine Colombiano tiene muchos más cuadros familiares, que todas sus narraciones presentan algún vínculo con la familia, pero el tiempo y el hecho de ser nuestro primer acercamiento,a él, son nuestras excusas para justificar el haber olvidado otros géneros, más directores, nuevas propuestas. Sin embargo, y a manera de enseñanza de la materia Apreciación cinematográfica, reconocemos y asumimos el compromiso de velar por las producciones de nuestra tierra, de tener otro filtro y de permitirnos experimentar otros aires.
Un maravilloso experimento que evoca la sonrisa frente a la pantalla al reconocer en ese personaje algo tan innato en los colombianos como: el amor por el fútbol, la esperanza en el amor, los sueños, los deseos, las luchas, el compromiso, entre otros que se resumen en las inmensidad de vivencias familiares que todos podríamos contar. También se sufre, se anhela, se impacienta... porque el cine colombiano es un proceso que cada vez toma más fuerza, que posee calidad y que vale la pena ver.